Las peroratas de Eliecer Ávila y las
virtudes de su Capitalismo.
Por Justo Cruz
Cuando hace algunos años Eliecer Ávila
hizo su primera aparición en aquella actividad en la UCI donde los estudiantes tuvieron la oportunidad de intercambiar con el
Presidente del Parlamento Cubano, Ricardo Alarcón, muchos sintieron cierta
simpatía hacia su persona. No tanto por el contenido de su intervención (nada
nuevo) sino por la forma en la que abordó la misma.
Su intervención fue una mezcla de
inteligencia campechana por un lado y los deseos muy normales que puede tener
un joven de hoy en día, nacido no solo en Cuba sino en cualquier lugar del
mundo.
Los mismos medios de siempre como de
costumbre, se hicieron eco de sus palabras, las deformaron, manipularon y la
falsearon hasta la saciedad.
Después pasó algún tiempo sin que se
escuchara algo sobre él.
Comenzaron las especulaciones también como
de costumbre en estos casos cuando se trata de hacer campañas mediáticas contra
Cuba.
Y como los enemigos de la revolución
cubana están siempre al acecho de todo lo que se pueda comprar y manipular para
satisfacer sus demandas de buitres y conquistadores, ocurrió lo que todos
debíamos haber dejado por sentado que ocurriría, que los de la SINA lo iban a “cazar”.
Le enviaron como siempre a sus sabuesos
para que lo rastrearan, y ahí lo tienen, lo capturaron y ya lo están amoldando
a su imagen y semejanza. Como Dios manda.
Y aunque él ahora trate de demostrar su
independencia y se nos presente como algo espontaneo, genuino y con buenas
intenciones, él y nosotros sabemos que no es así. A Eliecér Ávila lo han
convertido en un peón más, ya es uno de sus bufones, y aunque ahora no es más
que una caricatura de aquel joven que una vez conocimos de la UCI, hay que
reconocer que ahora tienen uno más y la revolución cubana por desgracia un
joven menos.
Esto debemos reconocerlo sin aires de
derrotismo. Ya lo perdimos, ya pasó a formar parte de las nóminas de la SINA.
Ahora nos toca a nosotros aprender de los
reveses porque las revoluciones no pueden darse el lujo de perder a sus
jóvenes, aún cuando nos reconforte el hecho de que todavía podamos contar con
millones de jóvenes más dispuestos a defender lo que estos soñolientos
personajes y sus secuaces se han propuesto destruir.
Aún así no debemos tampoco dejar pasar por
alto que el futuro de la Revolución depende en gran medida de la
capacidad que tengamos de dar respuesta a todas las inquietudes de nuestras
masas sobre todo de nuestra juventud. Todas las inquietudes sin excepción por
muy incomodas que en algunas ocasiones nos parezcan.
Ya Eliecer tiene su programa y su libreto
y nos lo irán presentando poco a poco como a “un cubano más”. Y aunque su
primera aparición no haya sido más que una caricatura de si mismo, ahí lo
tenemos y lo inflarán hasta que reviente o hasta que encuentren al próximo
mentecato dispuesto a continuar con la farsa.
Lo demás lo harán como de costumbre la
CNN, EFE, BBC y sus marionetas en La Habana.
Hace unos días hubo un encuentro de
Blogeros cubanos por la Revolución que abordaron de forma crítica los problemas
de la sociedad cubana. Temas de actualidad como la internet, el papel de los
medios, la soberanía nacional, etc, fueron tratados profundamente en el mismo.
De este encuentro al parecer los periodistas acreditados en La Habana ni se
enteraron.
La sociedad cubana se encuentra en un
proceso de rectificación de errores y de tendencias negativa. Nuestro pueblo se
ha volcado a la calle como nunca antes para
discutir y hacer frente a todo lo que constituya un freno para el desarrollo
social, mientras tanto la prensa internacional al servicio de los más poderosos
hace como si en Cuba no pasara nada.
Así funciona la libertad de expresión en
el mundo cuando se trata de Cuba. Exagerando con lenguajes apocalípticos todo
lo negativo e ignorando nuestros valores y las cosas buenas que no son pocas.
Lo que nos cuenta Eliecer sobre el
periodismo cubano no es nada nuevo. Su método de análisis es el mismo que
utilizan los demás peones como él. Exagerar hasta la saciedad lo negativo como
si su patria fuera la peor. No compartamos sus ilusiones, que los ejemplos para
morir de desengaño sobran y Cuba no es de los peores.
En su perorata Eliecer nos habla de un
amigo español que le cuenta lo que es el derecho a manifestarse en cualquier
lugar del mundo menos en Cuba. Y lo cuenta al parecer lleno de envidia porque
según él, en cualquier parte del mundo cualquiera tiene más derecho que en
Cuba.
Su amigo español debería invitarlo a
España para que tenga la oportunidad de encontrarse con esos cubanos que
comenzaron como él, acatando las órdenes de esos capitalistas que les pagaban
por actuar en detrimento de su propia patria.
Ya ellos viven en el capitalismo salvaje y brutal, ya tienen la oportunidad de
conocerle las entrañas.
Vamos a ver de que le sirve la tan
cantarreada libertad de opinión y democracia.
Eliecer debe viajar a España para que sus
amigos cubanos de causa le expliquen “desde la tierra prometida” el por qué de
las huelgas de hambre que están realizando en estos momentos, sobre sus
derechos como seres humanos y sobre las virtudes de esa sociedad a la que tanto
añoraban mientras vivían en Cuba y se codeaban con periodistas extranjeros,
agentes y diplomáticos.
Su amigo español debería contarle un poco
más de España, un país al borde del abismo social y económico porque entre los
bancos y los políticos han convertido a esa nación en una ruina. Que le cuenten
sobre la democracia española, de Reyes y políticos corruptos y de una prensa
que da grima porque en su mayoría solo representa los intereses de los de
arriba. Exagerando siempre la “violencia” de los activistas que salen a la
calle a luchar por sus derechos, convirtiendo a los más necesitados en
criminales e ignorando los verdaderos problemas sociales.
¿Qué se puede esperar de un país donde
casi la mitad de los jóvenes como el propio Eliecér se encuentran sin empleo?
Jóvenes que son constantemente reprimido por una policía cada vez más agresiva
y violenta.
Eliecer Ávila debería participar en una
manifestación por el Primero de Mayo en la Madre Patria para que conozca de
primera mano y a fuerza de garrote de lo que son capaces los Mossos cuando se
trata de reprimir a estudiantes y trabajadores.
El servilismo de este joven con su
perorata llega a tal punto que en su afán por satanizár
a los medios cubanos pone como ejemplo de víctimas de los mismos a
Israel y a los Estados Unidos de América. Esto no es solo el colmo de lo
absurdo sino perverso y denigrante.
Estamos hablando de dos países cuyos
gobiernos están en guerra constante contra otras naciones, países cuyos
políticos y marionetas persisten en seguir martirizando a nuestro pueblo con
bloqueos inhumanos y campañas mediáticas absurdas y aberrantes.
Hace dos días tuvimos en Alemania el
Primero de Mayo y como de costumbre pedimos el permiso para manifestarnos en
Berlín, porque como Eliecer “nos cuenta” en su perorata, en su capitalismo
“todo el mundo puede manifestarse”.
Y como este sistema es “tan bondadoso”
también le permitieron a los Nazis que organizaran su propia demostración, y
como las bondades de estos políticos
hipócritas no tiene límite nos mandaron a 7 mil policías antidisturbios,
perfectos “Robocop” con toda la técnica habida y por haber para que nos
“protegieran”, no solo a nosotros sino también a los fascistas.
Berlín parecía una ciudad sitiada con
policías antimotines por doquier.
Sucedió entonces lo que siempre sucede en
todos los Primeros de Mayo en ese capitalismo que Eliecér nos pretende vender
como un sistema lleno de libertades.
Nuestra manifestación fue disuelta
violentamente por la policía.
El Estado de Derecho al estilo del
capitalismo alemán decidió disolver la
manifestación cuando apenas habíamos comenzado y para ello utilizaron toda la
violencia que “se merece” su clase trabajadora y su juventud.
En la ciudad Berlín solamente hubo cientos
de demostrantes heridos y más de cien detenidos. Esta escena no deja de
repetirse religiosamente todos los años no solo en la ciudad de Berlín sino en
casi todas las grandes ciudades europeas.
Nuestro devenido “analista” nos contará
ahora, como ya nos contó en su perorata, que quizás fueron los manifestante los
que provocaron a la policía con piedras y cócteles Molotov. Y que a los pobres
Mossos-Robocop no les quedó más remedio que protegerse de la violencia
de la clase trabajadora.
El mismo cuento que nos hacen los
periodistas y los medios al servicio de la prensa burguesa.
Esta es
la primera aparición de Eliecer como “analista”, un joven que al parecer le han
hecho creer que tiene dones para mover masas. Nos da una “muela” sobre libertad
de expresión, sobre el periodismo y el papel de la prensa en la sociedad, que
estremece por su absurdo.
Si lo juzgáramos por esta perorata
debemos llegar a la conclusión que del capitalismo no conoce ni pito, o
de que es un vivo que se quiere hacer pasar por tonto.
A decir de un escritor cubano del exilio
recalcitrante conocido por su poca simpatía hacia la Revolución Cubana, Eliecer
“la cagó” con esa perorata.
Como vemos, hasta ellos mismos lo
reconocen.
Vamos a ver a dónde llega este nuevo
globo inflado con cara de yo no fui, y vamos a ver hasta donde llega la
paciencia de nuestro pueblo.
9 de mayo del 2012
9 de mayo del 2012
Las empanadas perdidas de “Estado de
Sats”.
Por Justo Cruz
Hace unos días “Estado de Sats” volvió a
hacer su aparición en La Habana.
Desde hace algún tiempo se está reuniendo
en nuestra capital un grupúsculo de ciudadanos cubanos y algún que otro
“observador” de alguna que otra embajada (las mismas de siempre) para vituperar
y devaluar todo lo que tenga que ver con el proceso que se lleva a cabo en
nuestro país.
Se trata de un espacio en un rincón de
nuestra capital al que le pretenden dar un tono diferente pero con el mismo fin
y que tiene de auténtico y genuino lo mismo que sus anfitriones tienen de
francos e independientes.
El guión es siempre el mismo: Un panel con
casi siempre las mismas caras. Intelectuales capaces de abordar cualquier tema
y un público que se turna entre panelistas y espectadores en un ambiente de
hermandad que da grima.
En otras palabras, el mismo amo, el mismo
perro, solo que con un collar diferente.
En esta oportunidad y en un acto de
afrenta total hacia la soberanía y la integridad del pueblo de Cuba a los
anfitriones se les “ocurrió” la idea de invitar a una de sus presentaciones
teatrales a nada más y nada menos que al jefe adjunto de la Sección de
Intereses de los Estados Unidos en La Habana, país cuyos gobiernos de turno
llevan más de 50 años machacando y achacando a nuestro pueblo.
El conductor del programa Antonio G.
Rodiles comienza su presentación disculpándose ante el público presente por el
hecho de que para la mencionada presentación no podrían ofrecer las riquísimas
empanadillas a la que su público ya está acostumbrado.
De forma sarcástica e irónica explicaba
que “alguien” se les había adelantado y las había comprado todas en su nombre.
Al parecer los activistas de “Estado de
Sats” y sus prominentes invitados se quedaron aquel día con las ganas de comer
las esperadas empanadillas .
Hasta ahora algunos de nuestros vividores
convertidos por arte de birlibirloque en disidente ( los más pícaros, no
todos) trataban de evitar el contacto abierto y directo con los de la SINA para
“no dar pie al que dirán”.
Pero como al parecer el mundo está
cambiando a los antojos de sus superiores (a fuerza de cañones y cañoneras
desde luego) y El Papa viene a Cuba, están desesperados porque no se puede
desperdiciar la oportunidad y la tarea asignada es la de provocar para crear el
caos.
Los del “Estado de Sats” no se quieren
quedar atrás e invitan al que menos derecho tiene de participar en una
actividad pública en Cuba y los dejaron sin empanadas.
¿Y qué? ¿Dónde está el problema?
Pudiéramos preguntarnos la mayoría de todos los cubanos.
¿Por qué razón debemos permitir que el
representante del gobierno de los Estados Unidos en nuestro país pueda darse el
lujo de comerse una empanada criolla en un acto tan sediciosos y provocador?
¿Con qué derecho se debe permitir que esos
guerreros de ese Norte revuelto y brutal, hacedores de guerras de rapiña, con
esa mentalidad beligerante que los domina, puedan sentarse en el corazón de
nuestra Habana a provocar a nuestro pueblo?
El pueblo cubano tienen muchísimas razones
para haberse comido todas esas empanadas. Son millones los cubanos que por
sobradas razones podrían haber pasado aquél día por el lugar y comprar todas
las empanadas para así evitar que un par de vende patrias, faltos de todo pudor
y de afecto y sus “invitados especiales” pudieran disfrutar de las mismas.
¿En que mundo estamos viviendo? ¿Hasta
cuando debemos permitir tanta falacia?
Miremos para Siria y no olvidemos a Libia.
No debemos olvidar jamás que son este tipo de traidores y mercenarios los que
hacen posible que los países occidentales sigan masacrando y destruyendo a
nuestras naciones para seguir apoderándose de nuestros recursos naturales.
Esta es la táctica del momento y los
pueblos de Siria y Libia son los ejemplos más actuales.
Se han apoderado de la palabra Revolución
y no escatiman esfuerzos para convertir a mercenarios y traidores en rebeldes y
revolucionarios.
Miremos para Siria y no olvidemos a Libia,
los tiempos que está viviendo esta humanidad no están para juegos y los
guerreros de occidentes con su maquinaria bélica y mediática están
envalentonados y son capaces de todo.
Hay que cuidar nuestra Habana de este tipo
de “nuevos revolucionarios” y de los viejos mercenarios para que no conviertan
a nuestra querida capital en un Damasco o en una Trípoli.
Permitir a estos demagogos que se
congracien con los enemigos del pueblo cubano en esos actos públicos tan
bochornosos no tiene nada que ver con libertad de expresión ni de palabra, ni
mucho menos con democracia, son actos de alta traición que ningún país del
mundo permitiría.
Codearse con los enemigos de Cuba en el
corazón de La Habana es una afrenta que el pueblo de Cuba no debe permitir bajo
ningún concepto.
Estos astutos de las políticas nos quieren
vender a “Estado de Sats” como una iniciativa de unos intelectuales, de “pensamiento
independiente”, con ánimo de crear un espacio plural de participación y debate
donde medie el intercambio abierto y franco, donde confluyen el arte y el
pensamiento, bla, bla, bla.
Lo repiten hasta la saciedad como si el
mundo a su alrededor estuviera lleno de tontos y analfabetos que se creen todos
los cuentos que les hacen. Como si el pueblo de Cuba no se conociera ese guión
de memoria.
Lo cómico de todo esto es que para lograr
sus objetivos estos sujetos busquen amparo en las instalaciones de la Oficina
de Intereses de los EUA en La Habana y de sus secuaces
europeos.
Invitan al representante del enemigo
número uno de la humanidad para hablar de un intercambio cultural con Cuba que
no es más que una farsa y a ninguno de estos”intelectuales”, filósofos y
analistas políticos “francos” e “independientes” se les ocurre preguntarle a
este señor, ¿por qué si el gobierno de la Casa Blanca está tan interesados en
un intercambio cultural y científico no acaba de abolir de una vez y por todas
ese criminal e inhumano bloqueo condenado por casi toda la humanidad que no
hace más que martirizar a lo más humano de nuestro pueblo?
Antonio Rodiles , un físico que al parecer
después de haber estado por México y por los Estados Unidos y de haber conocido
dos variante extremas de capitalismo salvaje decide regresar a su país lleno de
energía, para ayudar al “cambio”, porque él personalmente no tiene ninguna
duda, cito: “.... nos vamos acercando a ese momento de cambios que
tanto hemos deseado”.
Siempre hablando en plural desde luego, en
nombre de no se que pueblo.
En su Statement sobre la actividad
realzada al compás de bombos y platillos el señor Antonio G. Rodiles después de
hacer un análisis al estilo de Carlos Alberto Montaner (comparen ese texto por
favor con las diatribas a la que está acostumbrado el señor Montaner para que
puedan constatar cuan parecido) acerca de la realidad cubana le explica a sus
lectores lo que estamos cansado de escuchar a los largo de estos 50 años:
A la Revolución Cubana le queda poco,
ahora si que se va a caer de verdad. Sobre todo ahora que Chavez está
mortalmente enfermo.
Porque según este señor a la economía
cubana la mantiene el petroleo venezolano.
Es por eso que nos hace un “análisis”
sobre los miles de barriles de petroleo que Venezuela le regala a Cuba y el
precio del barril de petroleo, para al final llegar a la conclusión de, cito: ...el
gobierno cubano se encuentra una vez más al borde del abismo”.
En estas declaraciones a pesar de ser un
poco de lo mismo hay un pasaje muy interesante que llama mucho la atención. El
señor Rodilies advierte sutilmente, cito textualmente: “No conozco a los
individuos que son empleados en estos medios promotores de rabia e histeria, lo
que queda es invitarlos a que comprendan que Cuba inevitablemente cambiará, es
solo cuestión de tiempo y de circunstancias que ocurra ese reacomodo tan
esperado y recordarles que cada ser humano es responsable de sus propias
acciones, es una realidad que no deben olvidar”.
¿Comprenden la naturaleza vil de esta solapada
amenaza?
Cuando ocurra ese “reacomodo tan esperado”
por “Estado de Sats” se va a empezar a ajustar cuentas.
A buen entendedor con pocas palabras
basta.
Después de haber leído este discurso a
la Montaner podemos llegar a la conclusión de que este señor no tiene ni
idea de lo que está sucediendo en el mundo en estos momentos.
Invitan a un empleado de la SINA para
hablar de la crisis en Cuba pero omiten con toda desfachatez, tanto él como el
público presente, interrogar a su interlocutor sobre la crisis que existe en su
país que ha obligado a ciento de miles de ciudadanos a salir a la calle a
protestar contra ese sistema que él mismo defiende con tanta vehemencia.
Para el señor Rodiles el movimiento
“Occupy Wall Street” no existe, de la misma forma que no existe los movimientos
de “Indignados” que se multiplican de forma rasante en casi todos los países
occidentales. Ni decir del colapso económico que sufre Grecia, España, Portugal
y los demás que vendrán sin dejar de incluir a los Estados Unidos de América.
Ni hablar de los países de África, Asia y
América Latina que se encuentran en bancarrota permanente gracias al modelo neo
liberal que estos señores proponen para su propio país.
Para este especialista su país está en
crisis, al borde de la hecatombe. Sobre la crisis que sufre el capitalismo al
parecer no se ha enterado.
Habría que hacerle la pregunta al señor
Rodiles sobre los motivos que lo inducen a creer que el pueblo de Cuba deba
cambiar su sistema político para implantar ese sistema que él vivió durante su
estadía en México y los Estados Unidos.
¿Qué le hace suponer a este individuo que
algún día ganarán si los de su clase llevan ya 50 años haciendo como si ganaran
pero perdiendo?
El colmo de la desfachatez es cuando acusa
al Comandante en Jefe Fidel Castro, cito textualmente: “... un individuo al que
jamás le ha temblado la mano cuando de imponerse se trata, aún si para ello
necesita aplastar la vida de cualquier ser humano (ejemplos sobran)”.
Este lenguaje y estas acusaciones sin
fundamentos ya lo conocemos y no vale la pena un comentario, lo extraño del
caso es que este señor dialogue de forma intensa y respetuosa con un
representante del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. El gobierno cuyos
políticos son los más odiado del planeta.
Al parecer el señor Rodiles no ha
escuchado hablar de Hiroshima y Nagasaki o de Vietnam.
Tampoco de los golpes de estados a
gobiernos elegidos constitucionalmente. Golpe de estado que solo han sido
posible gracias a las maquinaciones de Sangley y
sus secuaces. Ni mucho menos tiene idea de las mentiras y manipulaciones para
invadir a Iraq y Afganistán, sobre las millones de víctimas inocentes que nada
le han hecho al pueblo estadounidense, Libia, Siria, sobre las torturas,
vejaciones y asesinatos en las cárceles de Abu Ghraib o Guantánamo Bay.
Estos señores no al parecer no conocen al
monstruo y sus entrañas.
Un par de “intelectuales” tienen la
oportunidad en el mismo corazón de La Habana de encontrarse con un representante
del gobierno que se puede dar el lujo de ser campeón mundial en inventar
guerras de rapiña, incitar al caos y a la ignominia en sociedades ajenas,
contaminar el medio ambiente, originar crisis financieras, asesinar presidentes
elegidos constitucionalmente y no se les ocurre otra cosa que hablar de
intercambios culturales que nada tiene que ver con la cultura y la historia de
nuestro país.
Si los de “Estados de Sats” y sus
compinches se quedaron sin empanadas está bien hecho. Tenemos que felicitar al
que se le ocurrió la idea, sin dejar de pensar que para la próximas funciones
teatrales pueden venir otras ideas mucho más fantásticas y originales.
Porque mientras que nuestros enemigos del
Norte continúen en su afán de destruir lo que el pueblo de Cuba ha creado,
mientras que sigan martirizando a nuestro pueblo e inmiscuyéndose en nuestros
asuntos internos, mientras sigan invadiendo naciones soberanas sembrando el
odio y el terror, mientras que existan seres humanos capaces de vender su alma
al diablo por un puñado de centenas, habrán siempre razones de sobra para que a
“Estado de Sats” no llegue ni tan siquiera una empanada más.
23
de marzo 2012
Yoanis
tiene Razón cuando dice que los cubanos tenemos
muchas razones para indignarnos.
Por Justo Cruz
Hace uno días la campeona mundial en premios pre pagados Yoanis Sanchez se quejaba vía Twiter de que
los cubanos no se indignaban.
Nuestra “bloguera rebelde” comentaba que el pueblo de Cuba tenía muchas
razones para indignarse.
Desde luego que esta señora se equivoca cuando dice que los cubanos no se
indignan, pero tiene muchísima razón cuando dice que los cubanos tenemos muchas razones para indignarnos.
Solo que cuando nuestros sucios indignos cubanos incluyendo a Yoanis hablan
de los indignados, no se refieren a los miles de indignados que en España, Chile, Colombia,
Grecia o los Estados Unidos se han volcado a la calle para exigir cambios en los
sistemas políticos de sus respectivos países
condenando el poder de los
bancos, de las grandes transnacionales y
la corrupción de los políticos de turnos.
Cuando Yoanis habla de indignados se refiere a los mercenarios disfrazados de rebeldes de Libia y de Siria.
Individuos sin escrúpulos capaces de hundir a sus países en el caos y la
miseria para que los piratas modernos de la OTAN vengan con sus aviones y sus
misiles a sembrar la muerte y el terror.
Si, Yoanis tiene mucha razón cuando dice que el pueblo de Cuba tiene muchas
razones para indignarse.
Hace una semana cuando la Asamblea de las Naciones Unidas emitió con
abrumadora mayoría una resolución de condena contra el inhumano bloqueo
impuesto por los Estados Unidos contra el pueblo cubano, los cubanos sentimos una mezcla de alegría y
de indignación.
De alegría porque quedaba demostrado una vez más que casi el 100 % de la población mundial está en contra de ese
bochornoso e inhumano bloqueo, de indignación por que a pesar de esa aplastante
victoria de Cuba, a pesar de que el mundo entero condena esta infamia, no pasa
nada y los Estados Unidos de Norteamérica y sus secuaces del Consejo de
Seguridad siguen cometiendo sus
fechorías amparados en un derecho al voto denigrante y prepotente.
Un derecho que se ha convertido en
un peligro para la existencia de la humanidad. Un derecho que le permite a los
países más pudientes del planeta hacer y
deshacer a sus antojos con la impunidad de un animal salvaje, que
alejado de todo uso de razón, actúan amparados por la fuerza de sus bolsillos.
¿Quién dice que en Cuba no hay indignados?
El que crea que en Cuba no hay indignados que se de una vuelta por el país
para que vea cuán indignados están nuestros hermanos de la isla.
No hay un país en el mundo que enfrente los
problemas de la nación de la forma que
lo está haciendo el pueblo de Cuba.
Nunca antes en la historia de la Revolución el pueblo cubano se había
enfrentado a las tendencias negativas con tanto coraje e indignación.
Claro que el pueblo de Cuba está indignado.
El pueblo de Cuba está indignado porque lo han convertido en un rehén de
políticos y de políticas descabelladas e irresponsables
Nuestros hermanos en la tierra se indignan y condena todo tipo de bloqueo
que atente contra el desarrollo del país.
El pueblo de Cuba se indigna cuando escucha de un caso de corrupción, de
malversación de los bienes del Estados. Los cubanos critican el inmovilismo, el
dogmatismo ideológico.
El pueblo cubano es el más indignado del mundo.
Pero atención, no debemos dejarnos confundir, existe una gran diferencia
entre los indignos y los indignados cubanos.
Hace unos días un grupo de indignos cubanos liderados por Martha Beatriz
Roque Cabello enviaron una Carta Abierta
a la presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de
Representantes de los Estados Unidos de América, la Señora Ileana Ross Lehtinen
defensora acérrima del inhumano y grotesco bloqueo contra el pueblo cubano y de
todo lo que atente contra la integridad
y la soberanía de la República de Cuba.
En la misma se le pide que aproveche
“la coyuntura nacional e internacional” para llevar a Cuba la “libertad” y la
“democracia”, al parecer al estilo de Iraq o Libia.
En dicha carta los firmantes se dirigían
a esta señora con estas palabras, cito “...nos dirigimos a usted porque
sabemos su gran amor y dedicación por nuestra patria.....”
Esta ominosa frase vale la pena un comentario para que tengamos una
idea con quienes se codean nuestros
sucios indignos cubanos.
En Marzo del 2003 cuando al presidente George W. Bush dio la orden de
invadir a Iraq después de haber engañado deliberadamente a la opinión pública
internacional y el mundo entero se volcó a las calles en protesta contra esta
guerra genocida, en una céntrica calle de la Pequeña Habana en Miami cientos de cubanos del exilio, por suerte no
todos, organizaron una marcha de apoyo
al presidente Bush en su guerra de rapiña.
Dicha marcha hubiera pasado inadvertida para la comunidad
cubana en el mundo si no se hubiera
convertido de una manifestación de apoyo a las barbaries cometidas (y que
cometen) los soldados del Pentágono en Iraq en una marcha de apoyo a una invasión a Cuba.
Estos indignos cubanos con la señora Ileana Ross Lehtinen a la cabeza
coreaban consignas tan macabras como “Bush, Bush, ahora Iraq, mañana Cuba”.
La señora Lehtinen y esa turba de indignos cubanos le pedían al presidente
Bush que después de Iraq invadiera Cuba.
¿Cómo es posible tanta ignominia, tanta falacia? ¿Cómo es posible que
ciudadanos de un país le exijan a una potencia extranjera que asesine a sus
propios hermanos?
¿Cómo se puede ser cubano y estar a favor de un
bloqueo injusto e inhumano que atenta contra el bienestar del pueblo de
Cuba y que además es condenado por la inmensa mayoría del mundo?
Este es el amor que siente esta señora hacia el pueblo de Cuba al que se
refieren estos indignos cubanos en una misiva que no sólo constituye una ofensa
al sentido común sino un bochorno a la
integridad y a la soberanía del pueblo
cubano.
¿Cómo se puede haber nacido en Cuba y firmar una
carta como esta?
¿A qué movimiento cívico en cualquier país del
mundo se le ocurriría tocar a las puertas de una embajada de los Estados Unidos
o pedirle a un político de la Casa Blanca
ayuda moral y financiera?
La respuesta esta clara. A nadie salvo a los indignos cubanos, individuos
que como Yoanis o Martha Beatriz Roque, constituyen el motivo más grande que
pueda tener un cubano para estar indignado.
Mientras los movimientos de indignados en Nueva York, Madrid, Santiago de Chile
se solidarizan entre si en su lucha contra la corrupción de los políticos de
turno, el poder de los bancos, las desigualdades sociales, a los indignos
cubanos no se le ocurre otra cosa que
aliarse a los responsables de esos desmanes.
Los indignados en España por ejemplo, es un movimiento popular que funciona a través de asambleas
horizontales y de barrios, que se han reproducido en todo el país. Este
movimiento se ha expandido a más de 80 países y su exigencia principal es el
cambio del modelo capitalista por ser la causa fundamental de la crisis
económica mundial.
El mismo modelo capitalista que ha fracasado en el mundo entero y que los
indignos cubanos creen es la solución para resolver los problemas en Cuba.
Las manifestaciones de los indignados en España cobran más fuerzas ahora,
semanas antes de que se realicen las elecciones en España que aseguran el
triunfo del partido conservador de derecha Partido Popular (PP), el mismo
partido que no solo apoya abiertamente a
la llamada disidencia en Cuba sino que se ha convertido es su vocero en el
Parlamento Europeo.
Nos referimos al partido que ha apoyado abiertamente todas las guerras y
desmane que cometen los gobiernos de turno de la Casa Blanca. Un partido que se
llena la boca para hablar de los derechos humanos en Cuba, pero que calla
cuando la policía española arremete con toda brutalidad contra su propio
pueblo.
Estas son, entre otras, las razones del
por qué sería absurdo comparar a los sucios indignos cubanos con los
movimientos de indignados en los diferentes países y explica por qué entre
estos individuos no se escucha una
frase de solidaridad hacia ese
movimiento, todo lo contrario.
En una página de Internet de una conocida organización del exilio cubano
renombrada por sus recalcitrantes posiciones contra la Revolución cubana, un
comentarista afirmaba que el movimiento Ocuppy Wall Street estaba infestado de
comunistas y de Nazis.
En declaraciones a Efe Yoanis comentaba que el movimiento de los
“indignados”, que surgió en España y se ha extendido a otras partes del mundo,
es “un movimiento ciudadano,
es la indignación desde muchos ámbitos, por lo apabullados que se puedan sentir
con el consumo”.
Esta es la forma en la que esta señora explica la esencia de este
movimiento cívico, cito nuevamente, “....están apabullados por tanto
consumo...”.
Cuánta ignorancia política.
Tanto Yoanis como los indignos
firmantes de la Carta Abierta a la señora Ilena Ross no podrían solidarizarse
jamás con un movimiento que en su génesis niega el sistema que ellos defienden
y del que reciben la paga por traicionar el país donde nacieron.
Los indignos cubanos jamás recibirán el apoyo de la comunidad internacional
ni mucho menos del pueblo de Cuba. Esto está más que claro.
No se puede apoyar a una partida de vende patrias que actúe en virtud de
intereses ajenos y que se codean con políticos guerreristas, faltos de moral.
Es por eso que hay que dejar muy bien claro que entre los indignos cubanos
y los indignados de Wall Street, Madrid o Santiago de Chile existe una diferencia
abismal que hay que tener muy en cuenta a la hora de analizar el fenómeno de la
llamada disidencia cubana.
Los que apoyan a los indignos cubanos en la Unión Europea o en el
Parlamento Europeo no son los políticos o
los movimientos sociales que ven
en el capitalismo como sistema político, social y económico el responsable de
las crisis económicas que afecta no solo a las diferentes capas sociales de la sociedad sino a países enteros como es
el caso de Grecia, Italia o España.
Los que apoyan a los sucios indignos cubanos son los mismos políticos que
apoyaron a los Estados Unidos en la invasión a Iraq y Afganistán, los mismos
que en nombre de derechos humanos y de “revoluciones” en las que ni ellos
mismos creen, se gastaron millares de
dólares para cazar a Mohamed al Gaddafi y a su familia en una bochornosa guerra
de rapiña que le costó la vida a más de 60 mil víctimas inocentes. Una guerra
de las tantas guerras sucias por petroleo.
Los políticos que apoyan a los indignos cubanos son los mismos que apoyan
el inhumano bloqueo de los Estados Unidos contra el pueblo de Cuba.
Los indignos cubanos se quejan de que el pueblo cubano no se decida a
indignarse, estos traidores vende patria esperan una liberación a la Libia sin importarles las
consecuencias que pueda traer una guerra para su propio pueblo.
Damián Hernández Valdés y Dayan Romayena Lorente son dos niños cubanos de
apenas 4 y 12 años de edad respectivamente, que además de haber nacido en Cuba
tienen en común el sufrir la desgracia
de ser víctimas directas del criminal bloqueo impuesto por los gobiernos de
turno de Norteamérica y de sus secuaces.
El hecho de padecer de un tumor maligno y de que el gobierno de los Estados
Unidos de América les niegue la posibilidad de ser tratado con el medicamento
más efectivo existente procedente de este país, los convierte a ellos automáticamente en rehenes de una
política inhumana y obsoleta que desde hace más de 50 años sigue sosteniendo la
aberrante tesis de que la mejor forma de acabar con el comunismo en Cuba es
martirizando a su pueblo.
Es difícil de creer pero realmente hay muchos malvados incrédulos sueltos
por ahí (entre ellos cubanos)que en su desesperación permanente porque el
pueblo cubano no acaba de indignarse, se han empecinado en martirizarlo y
castigarlo.
Estas son las injusticias que indignan a los cubanos y que hacen de
personajes como Yoanis Sanchez, Martha Beatriz Roque Cabellos y sus compinches
de causa, individuos indignos de ser
catalogados como indignados.
Ellos quedaran para la historia como lo que son, nuestros sucios indignos
cubanos.
18 de noviembre 2011
Parece como si el mundo de hoy estuviera lleno de agentes del G2 por todas partes.
Los mismos cuentos y chisme de siempre.
Sus políticos al parecer se lo creen, sino como se puede explicar que cada un par de años inventen un enemigo para comenzar una nueva guerra.
Catalogar a cualquier país del mundo como un peligro para la seguridad de los EE.UU. es una de las categorías más absurda que los señores de la Casa Blanca se han inventado.
El hecho de que un país que tiene metida las narices en casi todos los conflictos internacionales existentes, que no respeta la soberanía nacional de ninguna nación incluyendo la de sus llamados aliados o marionetas y que no escatima esfuerzos para hacerle creer a sus ciudadanos que en algún lugar de este mundo existen estados que constituyen un peligro para su seguridad nacional para de esta forma justificar sus guerras genocidas, no es solo perverso sino tonto y aberrante.
El ponente, que dicho sea de paso realiza su ponencia en un acto organizado en la Casa Bacardí, en la ciudad de Coral Gables (casualidad de las casualidades) sostiene la tesis de que existen casos de actores norteamericanos como Danny Glover y Sean Penn, que son “amistosos con La Habana” y que son utilizados para hacerle propaganda al “régimen”.
A estos especialistas y expertos del terror no les puede caber en la cabeza que en el mundo existan millones de personas, científicos, políticos, artistas, ciudadanos comunes y corriente que sienten simpatía hacia el pueblo de Cuba y hacia su Revolución a los cuales no se les puede comprar. Estos señores no logran comprender que hay principios como los de solidaridad y humanismo que no tienen precio.
Su incredibilidad llega a tal punto que no son capaces de entender porque la revolución cubana y sus líderes son tan populares entre las naciones más pobres del planeta.
Durante un viaje a Egipto en una excursión al desierto nuestro guía no pudo contener su alegría al enterarse de que yo era cubano. Su primera reacción fue ponerme la mano en el hombro y decirme “Fidel Castro ist ein Gute Mann (Fidel Castro es un buen hombre) y los americanos siempre están inventando cosas malas”. Después me contó lleno de orgullo que en un Hotel cercano al nuestro trabajaba un médico que había estudiado en Cuba
El gobierno de la Casa Blanca ha invertido desde el 2007 casi 100 millones de dólares para que sus agentes y marionetas en la Florida y en Cuba traten de destruir a la revolución cubana. El 80 % de este presupuesto se queda en las arcas de los pícaros de Miami y el 20 % se lo reparten entre si los pícaros de La Habana. A los guajiros del campo les toca como siempre unas migajas.
Lo cómico de toda esta comedia política es que después se preguntan ¿Por qué no se cae?
Hace unos días se me ocurrió escribirle una “Carta a Yoanis” refiriéndome a su “crónica que no fue” acerca de la realidad cubana. Después como para ponerle la tapa al pomo se me ocurrió escribir un artículo sobre la doble moral de la ONU y el Consejo de Seguridad titulado “La ONU, su Consejo de Seguridad y el cuento de la paz y la seguridad entre los pueblos”.
La reacción no se hizo esperar. Los unos “agradeciéndome por mi osadía” los otros deseándome todos los males habidos y por haber y sentenciándome de que “el día que la revolución se caiga tendré que pagar por el pecado de ser un testaferro castrista”.
Me habla de rebeldía ante la injusticia no sin antes recordarme que tengo “la bemba de caimito”. Me gustaría saber que tiene que ver mis rasgos físicos con mi forma de actuar y de pensar.
Me gustaría saber además que él pensaría de mí si yo me llamara Fariñas y en unas ridículas elecciones representativas en la oficina de intereses de los EE.UU. en La Habana me diera por dar mi voto al señor George W. Bush como muestra de lealtad al presidente norteamericano más rechazado y abucheado en la historia de ese país.
Juan Gualberto Gómez por ejemplo fue siempre muy severo con sus críticas a la Enmienda Platt por considerar la misma una ofensa a nuestra dignidad y soberanía y por la necesidad imperiosa de preservar nuestra identidad nacional e independencia.
Sin duda ya habrán notado la diferencia entre “Pedro” y “Juan”. Al primero le sucede como a la mayoría de los de su clase. Individuos que escondiéndose detrás de la pantalla de un ordenador dan riendas sueltas a sus dotes de animales salvajes, esos que arañan cuando los argumentos les escasean. Puros chabacanos.
“Juan” en cambio es uno de esos cubanos que después de haber llegado al “paraíso” son capaces de reflexionar y sacar sus propias conclusiones sin dejarse llevar por resentimientos y por campañas mediáticas que nada tienen que ver con las verdaderas necesidades y los verdaderos problemas con los que están confrontados nuestros hermanos en la tierra.
Leyes criminales que legitiman la ignominia y el salvajismo de políticos que autorizan guerras y actos terroristas en nombre de unos derechos que ni ellos mismos se creen.
Nos mandan a la iglesia para suavizarnos y que nos hagan “cuentos”.
Estos comentarios son una prueba palpable de donde están las diferencias entre unos “agentes” que actúan por humanismo, por amor a sus hermanos que dejaron en la lejana tierra, por amor al lugar donde nacieron y los otros “agentes”, los pagados, los que actúan al compás de intereses ajenos, capaces de venderle sus almas al diablo por un puñado de dólares aunque para lograr sus objetivos tengan que sacrificar la dignidad de nuestro pueblo, su independencia y su soberanía.
¿Y si el teniente John Pike fuera cubano?
Por Justo Cruz
John Pike es un teniente de la
policía de Davis. en el Estado de California, que se ha convertido en el
represor contra el movimiento Occupy Wall Street más conocido del mundo. Este
policía con cara de Rambo es la prueba más palpable de lo que el American
Way of Live define como la libertad de expresión y la democracia a la
made in USA. El mundo entero ha podido apreciar en fotos y
vídeos cómo este teniente Robocop esparce gas pimienta en los ojos a
estudiantes de la Universidad de California con toda la tranquilidad del mundo.
Estos estudiantes se encuentran en el campus de su Universidad en una
manifestación de apoyo al movimiento Occupy Wall Street.
Ahora imaginemos esta macabra escena
en La Habana y hagámonos la pregunta, ¿qué hubiera pasado si el teniente John
Pike envés de ser un teniente de la policía de California, fuera un teniente de
la policía de La Habana? ¿Qué pasaría si esas horripilantes escenas que vemos a
diario donde los policías antimotines norteamericanos arremeten con toda brutalidad
contra los manifestantes del movimiento Occupy Wall Street en vez de ser en los
Estados Unidos fueran en Cuba?
Policía rocía con gas pimienta a
estudiantes en la Universidad de California
Si Pike, en vez de ser un policía
norteamericano fuera un policía cubano y los manifestantes de Occupy Wall
Street las “Damas del Verde” (disculpe, quise decir las Damas de Blanco),
entonces otro gallo cantaría. Comenzarían las injurias contra Cuba y las
arengas sobre los derechos humanos y la libertad de expresión. Diarios
como El País de
España o el Süddeutscher Zeitung de Alemania publicarían la escena en la
primera plana. Las campañas mediáticas para desacreditar a Cuba y a
la Revolución no se harían esperar y nuestra indigna bloguera “rebelde”, Yoani, con toda
seguridad les dedicaría uno de sus perjuiciosos artículos. Los grandes medios
comenzarían a reportar sobre la brutalidad de la policía cubana y Fidel y Raúl
Castro por supuesto fueran los culpables. Algunos políticos europeos
comenzarían a hablar de sanciones y de posiciones comunes mientras que Obama
exigiría del gobierno de La Habana que respetara el derecho de los cubanos a
manifestarse.
Pero no, esta escena no es en Cuba,
esta escena es en los Estados Unidos de América y por eso aunque la veamos en
los titulares de los grandes medios pasará inadvertida porque ese país como es
el más poderoso del planeta lo puede todo. Ellos pueden hacer y deshacer a sus
antojos y el teniente John Pike lo sabe. Él sabe que se puede dar el lujo
de repetir esa escena cada vez que le venga en gana, porque él es como Rambo,
inmortal y él sabe que la Casa Blanca lo respalda y como los de la Casa Blanca
mandan en el mundo, él y sus colegas antimotines están a salvo de toda condena.
Esta es la triste realidad que nos
ha tocado vivir desde que esos fanfarrones de Norteamérica se han apoderado del
universo. Nuestra triste y cruda realidad. Parece una pesadilla pero es
la triste realidad de un mundo donde las guerras y el terrorismo vuelven a
estar a la orden del día como la cosa más normal del mundo. El país más
poderoso del planeta engaña al mundo entero, lo manipula, lo corrompe, lo
engatusa, lo pervierte, contamina el medio ambiente como ningún otro país, mantiene
a personas inocentes en sus cárceles, aplica la pena de muerte a cientos de
asesinos pero también a cientos de inocentes, viola el espacio aéreo y la
soberanía nacional de otras naciones incluyendo la de sus marionetas,
invade a naciones soberanas, no respeta a los amigos y sataniza a sus enemigos,
lanza bombas y cohetes “inteligentes” donde y cuando le venga en gana, asesina
a presidentes elegidos constitucionalmente, crea y protege terroristas,
origina crisis económicas, inventa enemigos para crear guerras y apoderarse de
los recursos naturales de otras naciones, convierte a mercenarios en
rebelde y guerras civiles en revoluciones. Ellos pueden ser los más
grandes exportadores de armas del mundo y al mismo tiempo prohibir a otros
países el derecho de crear su propio sistema de defensa para así destruirlos
con más facilidad. Pueden además darse “el lujo” de haber sido el único país
del mundo que ha arrojado bombas atómicas contra pueblos indefensos y al mismo
tiempo decidir que país puede desarrollar o no su energía atómica con fines
pacíficos mientras que ellos perfeccionan sus armas de destrucción masiva,
incluidas las atómicas.
Y cuando una organización
internacional como la UNESCO decide
romper con los dictados de estos delincuentes disfrazados de demócrata entonces
como represalias y para dar un escarmiento deciden castigar a la humanidad
privándola de los presupuestos que tanto necesita. ¿Cómo se le puede ocurrir a
la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la
Cultura desafiar a los Estados Unidos de Norteamérica y a su eterno socio
Israel reconociendo al Estado Palestino como miembro pleno?
La humanidad debe saber que tanto
John Pike como los Guerreros Hijos de Israel son intocables, y ellos lo saben.
Ellos podrán seguir cometiendo sus desmanes impunemente. John Pike podrá seguir
roceando gas pimienta a los manifestantes de Ocupa Wall Street y los guerreros
de Israel podrán seguir sembrando el terror contra el sufrido pueblo palestino
porque el Imperio los ampara y ellos son los que dictan y mandan y nosotros
estamos ahí para acatar sus barbaridades por muy nefastas e impúdicas que estas
sean.
¡God bless America y a las
barbaridades que cometen!
A modo de aclaración: Cuando me
refiero a Israel en mi artículo me refiero a sus guerreros sionistas. Hacia el
sufrido pueblo de Israel mis má sincero respeto, ellos también han sufrido como
el pueblo palestino y el pueblo cubano bajo los efectos de políticas y
políticos detestables.
27 de noviembre del 2011
Nosotros los
“agentes” cubanos, los necios y la patria
“¿Dime chico, tú eres teniente o capitán?”.
Por Justo Cruz*
"Para no hacer de
mi ícono pedazos, para salvarme entre únicos e impares, para cederme un lugar
en su Parnaso, para darme un rinconcito en sus altares. Me vienen a convidar a
arrepentirme, me vienen a convidar a que no pierda, me vienen a convidar a
indefinirme, me vienen a convidar a tanta mierda."
Silvio Rodríguez
Hace unos días un amigo cubano fotógrafo que también vive en Europa me contaba que lo acababan de tildar como el fotógrafo del G2 cubano. Yo le dije: “Oye compadre que casualidad, a mí me acaban de acuñar como un espía de de la seguridad cubana”.
Silvio Rodríguez
Hace unos días un amigo cubano fotógrafo que también vive en Europa me contaba que lo acababan de tildar como el fotógrafo del G2 cubano. Yo le dije: “Oye compadre que casualidad, a mí me acaban de acuñar como un espía de de la seguridad cubana”.
En una fiesta entre
cubanos en Berlín otro coterráneo al saludarme me preguntó: “¿Dime chico, tú
eres teniente o capitán?”.
La pregunta me cogió de
sorpresa, al principio no entendí lo que me quiso decir hasta que me comentó:
“Oye compadre, cómo me gustó esa carta que le escribiste a esa Yoani”.
Le pregunté ¿Chico y que
tiene que ver eso con el grado de teniente o capitán?
“Es un chiste hermano,
no te pongas bravo”, me contestó con una sonrisa con la que al perecer
pretendía disculparse.
Parece como si el mundo de hoy estuviera lleno de agentes del G2 por todas partes.
El “síndrome del G2” es
una de las “enfermedades” más diseminadas entre los enemigos de la revolución
cubana.
A lo largo de estos 52
años han estado viendo a la seguridad cubana en todas partes. Basta con irles a
la contraria, tener otra opinión, disentir de sus ideas, criticarlos o
aborrecerlos y ya automáticamente se le tilda a uno de ser un agente del G2.
Acabo de leer en un
periódico de Miami el artículo de un “experto” que se refiere a los “objetivos
de interés para el espionaje cubano”. En el mismo se le trata de “explicar” a
los incrédulos de la comunidad cubana todas las variantes habidas y por haber
que aparentemente utiliza la seguridad cubana en sus “acciones contra la
“seguridad” de los EE.UU.
Los mismos cuentos y chisme de siempre.
No escatiman esfuerzos
para presentar a Cuba y a otros países de los llamados “malos” como un peligro
para la seguridad de los EE.UU., un país donde entre Hollywood por una parte y
sus especialistas en publicidad y propaganda por la otra han pretendido
hacernos creer que es el más “poderoso del mundo”.
Sus políticos al parecer se lo creen, sino como se puede explicar que cada un par de años inventen un enemigo para comenzar una nueva guerra.
Catalogar a cualquier país del mundo como un peligro para la seguridad de los EE.UU. es una de las categorías más absurda que los señores de la Casa Blanca se han inventado.
El hecho de que un país que tiene metida las narices en casi todos los conflictos internacionales existentes, que no respeta la soberanía nacional de ninguna nación incluyendo la de sus llamados aliados o marionetas y que no escatima esfuerzos para hacerle creer a sus ciudadanos que en algún lugar de este mundo existen estados que constituyen un peligro para su seguridad nacional para de esta forma justificar sus guerras genocidas, no es solo perverso sino tonto y aberrante.
Países como Cuba
son los que tiene que cuidarse con todos los medios (cuando digo con
todo los medios me refiero a todos los medios), para que sus ciudadanos no sean
víctimas de las mismas bombas que hoy están masacrando a los pueblos de Irak,
Afganistán, Pakistán y Libia y para que los malditos terroristas que andan
sueltos por ahí no sigan aterrorizando a nuestro pueblo.
Hay un comentario en el
artículo que llama la atención por la ridiculez del contenido en el mismo.
El ponente, que dicho sea de paso realiza su ponencia en un acto organizado en la Casa Bacardí, en la ciudad de Coral Gables (casualidad de las casualidades) sostiene la tesis de que existen casos de actores norteamericanos como Danny Glover y Sean Penn, que son “amistosos con La Habana” y que son utilizados para hacerle propaganda al “régimen”.
A estos especialistas y expertos del terror no les puede caber en la cabeza que en el mundo existan millones de personas, científicos, políticos, artistas, ciudadanos comunes y corriente que sienten simpatía hacia el pueblo de Cuba y hacia su Revolución a los cuales no se les puede comprar. Estos señores no logran comprender que hay principios como los de solidaridad y humanismo que no tienen precio.
Su incredibilidad llega a tal punto que no son capaces de entender porque la revolución cubana y sus líderes son tan populares entre las naciones más pobres del planeta.
Durante un viaje a Egipto en una excursión al desierto nuestro guía no pudo contener su alegría al enterarse de que yo era cubano. Su primera reacción fue ponerme la mano en el hombro y decirme “Fidel Castro ist ein Gute Mann (Fidel Castro es un buen hombre) y los americanos siempre están inventando cosas malas”. Después me contó lleno de orgullo que en un Hotel cercano al nuestro trabajaba un médico que había estudiado en Cuba
¿Comprenden los que le
quiero decir? En el medio del desierto de Sahara no solo se conocen las cosas
buenas de nuestra patria sino los desmanes de sus detractores. Pase por allá y
pregunte por los EE.UU. para que se entere como piensa la mayoría de los
pueblos musulmanes de nuestros “amigos” del Norte.
Un amigo de Miami me contaba
que él había aprendido a amar a la revolución cubana de verdad cuando comenzó a
tener contacto con esos pícaros de Miami que desde hace más de cinco décadas
tienen dormido a medio mundo con el cuento de salvar a Cuba del comunismo.
El gobierno de la Casa Blanca ha invertido desde el 2007 casi 100 millones de dólares para que sus agentes y marionetas en la Florida y en Cuba traten de destruir a la revolución cubana. El 80 % de este presupuesto se queda en las arcas de los pícaros de Miami y el 20 % se lo reparten entre si los pícaros de La Habana. A los guajiros del campo les toca como siempre unas migajas.
El vivo vive del bobo y
el bobo del pinareño, diría mi abuelo (yo como pinareño me incluyo).
Los políticos del Tío
Sam ahora hacen como si se sorprendieran cuando se enteran por ejemplo de que
un empleado del Center for a Free Cuba se apropió ilegalmente de más de medio
millón de dólares mientras otros utilizan el dinero del contribuyente
norteamericano destinado a la “libertad de Cuba” en comprarse abrigos de pieles
para combatir al perecer al comunismo “friolento”.
Lo cómico de toda esta comedia política es que después se preguntan ¿Por qué no se cae?
Y como que nadie
escarmienta por cabeza ajena, el gobierno norteamericano ha resuelto en
estos días poner a disposición de los mismos pícaros de siempre nada más
y nada menos que 20 millones de dólares para inducir una “revolución
primaveral” en Cuba como si con dinero se resolviera todo.
De este presupuesto 6
millones de dólares serán destinados a pervertir a los niños cubanos de entre
12 y 18 años de edad. Así de sencillo lo deciden estos políticos y su gusanera
como si inmiscuirse en la vida interna de un país que ha logrado mucho más en
materia de educación que sus propios detractores, fuera la cosa más normal del
mundo.
Hace unos días se me ocurrió escribirle una “Carta a Yoanis” refiriéndome a su “crónica que no fue” acerca de la realidad cubana. Después como para ponerle la tapa al pomo se me ocurrió escribir un artículo sobre la doble moral de la ONU y el Consejo de Seguridad titulado “La ONU, su Consejo de Seguridad y el cuento de la paz y la seguridad entre los pueblos”.
La reacción no se hizo esperar. Los unos “agradeciéndome por mi osadía” los otros deseándome todos los males habidos y por haber y sentenciándome de que “el día que la revolución se caiga tendré que pagar por el pecado de ser un testaferro castrista”.
Y yo acordándome de
Silvio y de una de mis canciones favoritas, el necio: “Dicen que me arrastrarán
por sobre rocas cuando la revolución se venga abajo, que machacarán mis manos y
mi boca, que me arrancarán los ojos y el badajo. Será que la necedad
parió conmigo, la necedad de lo que hoy resulta necio, la necedad de asumir al
enemigo, la necedad de vivir sin tener precio”.
Silvio como siempre
“apretando” con las verdades en sus canciones.
Y yo que aunque por
principio no acostumbro a debatir sobre los comentarios que se escriben acerca
de mis artículos esta vez voy a hacer una excepción y me voy a referir a dos
comentarios relacionados con mi persona que por su contenido valen la pena
algunas reflexiones.
El primer comentario
decía, cito textualmente: “No hay cosa mas desagradable que ver a un negro
libre ser esclavo "voluntariamente". Los negros siempre hemos sido
rebeldes ante las injusticias, pero este "Bemba de Caimito' y el
impresentable de Noel Manzanero, son esclavos por vocación. Algún día y de
alguna manera estos testaferros tendrán que pagar su sumisión a la tiranía
castrista”.
Este señor a juzgar por
su comentario o es un racista empedernido que se quiere hacer pasar por negro
para “soltarse” o es un negro de esos que andan por ahí ofendiendo a los otros
en nombre de intereses ajenos.
Para este coterráneo yo
soy un “negro libre” que “voluntariamente” se ha convertido en un “esclavo” por
haber criticado a Yoanis y a la doble moral de la ONU y de su Consejo de
Seguridad. Un agente de La Habana.
Sobre el contenido de mi
artículo ni una palabra.
Me habla de rebeldía ante la injusticia no sin antes recordarme que tengo “la bemba de caimito”. Me gustaría saber que tiene que ver mis rasgos físicos con mi forma de actuar y de pensar.
Me gustaría saber además que él pensaría de mí si yo me llamara Fariñas y en unas ridículas elecciones representativas en la oficina de intereses de los EE.UU. en La Habana me diera por dar mi voto al señor George W. Bush como muestra de lealtad al presidente norteamericano más rechazado y abucheado en la historia de ese país.
No sé si este “negro”
conocerá la historia de nuestra patria y el papel que jugaron nuestros
antepasados en la lucha por la independencia de Cuba contra al yugo español
primero y contra el imperialismo de Norteamérica después.
Juan Gualberto Gómez por ejemplo fue siempre muy severo con sus críticas a la Enmienda Platt por considerar la misma una ofensa a nuestra dignidad y soberanía y por la necesidad imperiosa de preservar nuestra identidad nacional e independencia.
El otro comentario
escrito por otro coterráneo al que me quiero referir, dice textualmente: “Me
llamo (...), estudio en España y (...). Leí tu articulo, respuesta a Yoanis y
su escrito "La crónica que no fue», excelente mi hermano llevo tres años
aquí y créeme que por primera vez leo y siento que no estoy loco ni soy un
fanático a mi tierra pensando como pienso de mi país, tengo muchas amistades
aquí pero casi todos resentidos por algo o por alguien que no dejo que sus
proyectos en Cuba se cumplieran y eso los hace ver solo lo malo. Estar en
Europa me reafirma en comprender todos los errores que hemos cometido como país
y como sistema, pero igual me reafirma en lo bueno del mismo y que tu
mencionas, debemos mejorar sin dudas lo que tenemos, pero la solución no
es lo que veo ni en Europa ni en América, y ya he estado en Portugal y México”.
Más claro ni el agua.
Ver para creer.
Al primer comentarista
lo llamaré a partir de ahora “Pedro” y al segundo lo llamaré “Juan”.
Sin duda ya habrán notado la diferencia entre “Pedro” y “Juan”. Al primero le sucede como a la mayoría de los de su clase. Individuos que escondiéndose detrás de la pantalla de un ordenador dan riendas sueltas a sus dotes de animales salvajes, esos que arañan cuando los argumentos les escasean. Puros chabacanos.
“Juan” en cambio es uno de esos cubanos que después de haber llegado al “paraíso” son capaces de reflexionar y sacar sus propias conclusiones sin dejarse llevar por resentimientos y por campañas mediáticas que nada tienen que ver con las verdaderas necesidades y los verdaderos problemas con los que están confrontados nuestros hermanos en la tierra.
“Juan” pertenece a ese
grupo de cubanos que por el amor a su patria son capaces de reconocer en ella
no solo sus errores y defectos, sino también sus virtudes. Él quizás sea uno de
esos tantos llamados “agentes castristas” que andan por mundo pensando
distinto, reflexionando y sacando sus propias conclusiones siempre por el bien
de la tierra que lo vio nacer.
“Pedro” con toda
seguridad estará a favor del criminal bloqueo que tanto daño le está haciendo a
nuestro pueblo, sobre todo a nuestros hermanos de a pie. Esas leyes criminales
que no permiten que nuestro país no pueda ni tan siquiera importar un
determinado medicamento para salvar la vida de un niño que puede ser también un
miembro de nuestra familia.
Leyes criminales que legitiman la ignominia y el salvajismo de políticos que autorizan guerras y actos terroristas en nombre de unos derechos que ni ellos mismos se creen.
“Juan” debe está
viviendo en estos momentos esas manifestaciones que se repiten día a día en
casi toda España donde el pueblo se ha volcado a la calle a exigirle a su
gobierno de políticos corruptos que ya están cansados de tanta injusticia.
Estamos hablando del mismo gobierno que entre apretones de manos y sonrisas
hipócritas le exige al gobierno de Cuba que respete los derechos de sus
ciudadanos, esos derechos que ellos mismos pisotean.
Nos mandan a la iglesia para suavizarnos y que nos hagan “cuentos”.
“Juan” no se cansa de
preguntarse si esta es la democracia y el bienestar que los gobiernos europeos
exigen para el pueblo de Cuba.
“Pedro” no, él sigue
creyendo que el futuro de Cuba está en Miami y en la política neoliberadora de
los gobiernos de occidente. A él las manifestaciones en España y Grecia con
toda seguridad no le interesan, o mejor dicho no le pueden interesar porque
sería como negar los intereses que ellos mismos en su ignorancia política
predican.
“Pedro” seguro que
estará de acuerdo con esa descabellada idea que se le ocurrió a un alcalde de
un municipio de Miami de entregarle “la llave de la ciudad” nada más y nada
menos que al terrorista internacional Luis Posada Carriles en el “Día de la
Bandera” como reconocimiento por haber hecho volar en pleno vuelo a un avión de
Cubana de Aviación donde perdieron la vida impunemente 73 de nuestros hermanos,
entre otros desmanes.
Él seguro estará muy de
acuerdo con la idea de Reina Luisa Tamayo de enterrar los restos de su hijo el
“mártir Zapata” (cualquier semejanza con el héroe mexicano es pura
coincidencia) en el Mausoleo de Bahía de Cochinos. Para los pocos informados en
este asunto, este Mausoleo está dedicado a los mercenarios que una vez
intentaron apoderarse de nuestra tierra para que sus pagadores del Norte se
volvieran apropiar de nuestros recursos naturales y que como ya es conocido le
duraron a los milicianos cubanos menos que lo que dura un cake en la puerta de
un colegio con el Tío Sam detrás y todo.
Cada cubano, donde quiera que esté sueña con que sus restos sean enterrados en su tierra, pero a esta señora no se le ocurrió otra cosa que arrancar con la urna para Miami para llegar al aeropuerto a repetir un libreto escrito de antemano donde lo grotesco y lo ridículo convirtieron la escena en la tragicomedia del momento.
Cada cubano, donde quiera que esté sueña con que sus restos sean enterrados en su tierra, pero a esta señora no se le ocurrió otra cosa que arrancar con la urna para Miami para llegar al aeropuerto a repetir un libreto escrito de antemano donde lo grotesco y lo ridículo convirtieron la escena en la tragicomedia del momento.
Estas son las cosas que
nos diferencian entre si a nosotros los cubanos que vivimos afuera. No son
simples diferencias o puntos de vista, son cuestiones de principios, de
dignidad, de respeto a nuestros héroes y mártires y a nuestra patria.
Estos comentarios son una prueba palpable de donde están las diferencias entre unos “agentes” que actúan por humanismo, por amor a sus hermanos que dejaron en la lejana tierra, por amor al lugar donde nacieron y los otros “agentes”, los pagados, los que actúan al compás de intereses ajenos, capaces de venderle sus almas al diablo por un puñado de dólares aunque para lograr sus objetivos tengan que sacrificar la dignidad de nuestro pueblo, su independencia y su soberanía.
Estos individuos llevan
más de 50 años haciendo como si ganaran pero perdiendo y en su derrotero eterno
han aprendido a vivir del cuento y de migajas.
16 de Junio de 2011
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