Hace unos días, cuando Silvio nos comunicó que las
autoridades del Ministerio de Cultura habían decidido dejar sin efecto la
sanción impuesta a Robertico Carcassés, respiré profundo y me alegré mucho
sobre todo porque a decir de Silvio, las conversaciones “fueron muy positivas”.
Si Silvio estaba presente no podía haber sido de
otra manera.
Como admirador de la música de Interactivo y
especialmente de Robertico tenía que alegrarme porque pienso que es muy
importante que este destacado músico siga formando parte de ese gran
elenco de artistas e intelectuales cubanos que siguen defendiendo las
cosas buenas de la Revolución, que dicho sea de paso, son muchísimas, aunque
algunos adefesios se empeñen en demostrar lo contrario.
Ahora no voy a hablar sobre el desafortunado “coro” de
Robertico en la Tribuna Antiimperialista, en el pasado Concierto de Solidaridad
con nuestros Cinco Héroes Antiterrorista porque ya se ha hablado
demasiado del asunto y es hora de que hagamos borrón y cuenta nueva.
Rectificar y aprender de los errores es de sabio.
Sí me gustaría recalcar que estoy de acuerdo con Silvio
cuando dijo “que Robertico cometió una
gran torpeza al escoger el acto por la liberación de Los Cinco para lanzar su
pliego de reclamaciones” y que a la torpeza de su compañero “le siguió otra por parte de la institución
que rige el trabajo de los profesionales de la música en Cuba” cuando le
impusieron la sanción.