Desde hace décadas los gobierno
de turno de los EEUU en concubinato con los Gobiernos de algunos países de la
Unión Europea, sus medios pagados y sus marionetas no se cansan de repetir que
el Gobierno de La Habana le prohíbe a sus ciudadanos viajar libremente al
exterior.
Lo han repetido tantas veces que
muchos hemos llegado a creernos el cuento. Solo así podemos explicarnos la
euforia con la que han reaccionado esos propios medios después que el Estado
Cubano dio la noticia sobre las reformas en las leyes migratorias.
Las reacciones y especulaciones
han sido tan aparatosas que en muchas ocasiones sobrepasan el límite de lo
absurdo.
La mayoría de los europeos están
tan desinformados acerca de la realidad en Cuba, que desconocen por ejemplo,
que en Cuba la inmensa mayoría de sus ciudadanos tienen la posibilidad de
viajar.
La condición fundamental para
viajar al exterior ha sido siempre disponer de una Carta de Invitación y la
solicitud de un permiso de salida, la llamada Tarjeta Blanca.
La mayoría del pueblo de Cuba
saluda la decisión de su gobierno de que a partir de enero del 2013 éstas
regulaciones serán abolidas.